La cobranza B2C es el proceso de recuperación de pagos pendientes de consumidores individuales (clientes).
Se realiza mediante la identificación de deudores, negociación de acuerdos de pago, seguimiento diligente y uso de tecnología para mantener registros precisos.
Es fundamental para mantener el flujo de efectivo, preservar relaciones con clientes y minimizar pérdidas por deudas incobrables.
Una gestión profesional y empática asegura la recuperación de ingresos y fortalece la reputación empresarial.