La cobranza judicial es el proceso legal que una empresa inicia para recuperar deudas después de haber agotado métodos extrajudiciales sin éxito.
Se aplica cuando el deudor no responde a los intentos de negociación o incumple los acuerdos previos de pago. Este proceso implica presentar una demanda ante un tribunal competente, donde se busca obtener una orden judicial para obligar al deudor a pagar la deuda, mediante embargos, retenciones de ingresos, o cualquier otro medio legal permitido.
La cobranza judicial es una medida seria que busca proteger los intereses financieros de la empresa, aunque puede implicar costos adicionales y prolongar la resolución del conflicto.